Igualdad de derechos, a menudo aún desigual en la realidad cotidiana
En Alemania, la igualdad está consagrada en la ley fundamental. El Gobierno alemán promueve la igualdad de oportunidades, con un énfasis especial en el ámbito laboral.
En Alemania, ¿las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos?
La igualdad de género está consagrada en la Constitución alemana: Las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos, tal y como establece el artículo 3 de la ley fundamental. Pero a pesar de las mejoras, en realidad siguen sin tener las mismas oportunidades en todos los ámbitos, sobre todo en el mercado laboral y en cuanto a la remuneración salarial. Según datos de la Oficina Federal de Estadística, el salario medio por hora de las mujeres es un 18% inferior al de los hombres. Esto se debe a varias razones. Un número de mujeres superior a la media trabaja en sectores que, por término medio, ofrecen salarios más bajos. Además, es más frecuente encontrar mujeres que trabajan a tiempo parcial y, por tanto, con ingresos básicos más bajos, lo que repercute negativamente en sus oportunidades profesionales y en su pensión de jubilación. En lugar de ello, ocupan mucho más tiempo en el denominado “trabajo de cuidados”, es decir, el cuidado de los niños y las tareas domésticas. Según el “Gender Care Gap”, ellas dedican diariamente en promedio un 50% más de tiempo a esas tareas no remuneradas que los hombres.
¿Qué hace Alemania para lograr también la igualdad a nivel social?
En el acuerdo de coalición para el trabajo del Gobierno alemán, los partidos gobernantes pactaron trabajar por la igualdad de género. Según se estipula en dicho acuerdo: “La igualdad entre mujeres y hombres debe alcanzarse en esta década.” Para ello, el Gobierno alemán está desarrollando actualmente la estrategia de igualdad de género “Fuertes para el futuro” de 2020. Ésta fue aprobada por el gobierno predecesor y consta de nueve objetivos: se trata, por ejemplo, de acabar con la desigualdad salarial, hacer más atractivas las profesiones sociales, mejorar la conciliación laboral y familiar, incorporar a más mujeres a puestos directivos y reducir los estereotipos de género. Así pues, el Gobierno alemán ha hecho de la igualdad de género una de sus prioridades.
¿Cuál es el grado de representación femenina en los puestos de dirección?
Según la Oficina Federal de Estadística, en 2021 uno de cada tres directivos en Alemania era mujer. En los consejos de administración, el número ha aumentado recientemente, situándose ahora en torno a un tercio. En la actualidad, la probabilidad de que una mujer trabaje es significativamente mayor que en el pasado (73%), si bien es más probable que trabaje en determinados ámbitos, como el académico y el social. Así, por ejemplo, en las profesiones académicas de medicina, derecho, educación y ciencias sociales, suponen casi el 50% de los empleados, mientras que en el mundo empresarial y en la administración siguen estando bastante menos representadas en los puestos más altos.
En el ámbito político, ¿cómo está representada la mujer?
Con Angela Merkel como canciller durante 16 años, Alemania está muy por delante de muchos países occidentales en este aspecto. No obstante, la mujer está insuficientemente representada en el conjunto de la política alemana. En la actualidad, solo el 35% de los diputados del Bundestag, algo más de un tercio, son mujeres. En los parlamentos regionales y las representaciones municipales, la cuota es similar. Y menos del 10% de los ayuntamientos están dirigidos por mujeres. El Gobierno alemán es una excepción: el gabinete cuenta con siete ministras. En 17 ministerios, su porcentaje es, por tanto, superior al 40%. Esta es una de las razones por las que Alemania ha escalado recientemente cuatro puestos en un ranking internacional del Foro Económico Mundial, ocupando ahora la sexta posición.
¿Qué hace Alemania para promocionar a las mujeres en todo el mundo?
La promoción de la mujer es un área prioritaria de la política exterior y de desarrollo alemana. El motivo reside en la convicción de que las mujeres y las niñas son especialmente importantes para el progreso de un país. A menudo proporcionan una mejor nutrición, educación y cohesión social. Allí donde puede involucrarse, normalmente suele disminuir la pobreza y el hambre, hay menos problemas medioambientales, y más prosperidad y seguridad. Por eso, los ministerios de Asuntos Exteriores (AA) y de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) se han comprometido con una política exterior y de desarrollo feminista. A tal fin, el AA formuló hace unos meses unas directrices y el BMZ adoptó una estrategia. Entre ellas, implicar más a las mujeres en negociaciones de paz, tener más en cuenta la perspectiva de género en la ayuda humanitaria en el futuro y aumentar la cuota de mujeres embajadoras. A partir de 2025, alrededor del 93% de todos los recursos financieros del BMZ beneficiarán de forma directa o indirecta a la igualdad de género.