Del primer mapa meteorológico a la meteorología moderna
El parte meteorológico nos permite planificar nuestra vida diaria, ayuda a las empresas en sus operaciones y a los países a proteger a su población. Sus orígenes también se encuentran en Alemania.
El deseo de saber qué nos depara el futuro es algo profundamente humano. Lo que antes se consultaba en los oráculos o en el cielo estrellado, hoy se analiza con estadísticas y métodos científicos de medición. Y aunque la tecnología más avanzada no es infalible, las previsiones meteorológicas suelen ser bastante precisas. Pero, ¿cómo se elaboran? ¿Desde cuándo existe la previsión meteorológica? ¿Y cómo ayuda a la gente?
Los orígenes del parte meteorológico
Lo que hoy damos por sentado – una previsión meteorológica fiable en nuestra app – era algo inimaginable para las generaciones pasadas. Desde la Antigüedad, el ser humano ha observado y registrado el clima, intentando extraer predicciones basadas en la experiencia y el conocimiento acumulado. La meteorología moderna comenzó en la década de 1820, cuando Heinrich Wilhelm Brandes, que más tarde sería profesor en Breslavia, presentó los primeros mapas meteorológicos sistemáticos en su tesis doctoral en la Universidad de Leipzig. Brandes reunió información sobre presión atmosférica, temperatura y dirección del viento de distintos puntos, transmitida entonces por correo postal. Con estos datos, logró explicar con mayor claridad los patrones y conexiones entre los fenómenos meteorológicos.
Meteorología moderna
En la actualidad, más de 200 estaciones meteorológicas de toda Alemania registran datos sobre el terreno, como la velocidad del viento y la temperatura. Dos veces al día, globos meteorológicos equipados con instrumentos de medición se elevan hacia el cielo. Por cierto: muchos aviones de pasajeros también recogen datos meteorológicos durante sus vuelos. Las boyas en el océano también registran datos, pero la pieza clave son los satélites meteorológicos que vigilan el clima desde el espacio. El Servicio Meteorológico Alemán en Offenbach utiliza además un sistema informático de alta capacidad para procesar datos provenientes de estaciones meteorológicas de todo el mundo. A través de métodos estadísticos y estocásticos, y con mapas gráficos claros, se elabora el parte meteorológico actual.
¿Por qué es tan importante el parte meteorológico?
El parte meteorológico no solo sirve para decirnos qué ropa debemos ponernos mañana. Las personas pueden organizar su día a día, posponer un largo viaje en coche si hay hielo en la carretera o adelantar sus compras semanales ante la llegada de una tormenta. La previsión meteorológica es esencial también para algunos sectores económicos. Los agricultores confían en las previsiones del tiempo para decidir el mejor momento para sembrar sus cultivos. La tarea más importante del Servicio Meteorológico Alemán es garantizar la protección ante desastres, utilizando sistemas de alerta temprana ante inundaciones, lluvias torrenciales y olas de calor extremas. Por eso, el parte meteorológico en Alemania está regulado por ley. Según el artículo 74 de la Constitución alemana, la “Ley del Servicio Meteorológico Alemán” asigna al gobierno la responsabilidad de gestionar el servicio meteorológico.