Ir al contenido principal

Fortalecer a la ONU y al Consejo de Seguridad

“Alemania apoya muy particularmente el orden internacional basado en reglas", dice Christoph Heusgen, embajador de Alemania ante la ONU.

Friederike Bauer, 01.07.2020
En el Consejo de Seguridad de la ONU: Christoph Heusgen, embajador de Alemania ante las Naciones Unidas.
En el Consejo de Seguridad de la ONU: Christoph Heusgen, embajador de Alemania ante las Naciones Unidas. © dpa

En julio, Alemania ejerce una vez más la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En el mes de su presidencia, Alemania quiere hacer un esfuerzo especial para preservar un orden internacional basado en normas. Entrevista con Christoph Heusgen, embajador de Alemania ante la ONU.

Alemania ejerce en julio la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Qué planes tiene para este mes?
Por segunda vez como miembro del Consejo de Seguridad durante el periodo 2019/2020, Alemania asume su presidencia. Y ello en un momento especial: en primer lugar, porque tiene lugar simultáneamente con la presidencia alemana del Consejo de la Unión Europea. Con ello, Alemania asume una especial responsabilidad en foros internacionales centrales. Y, segundo, porque aquí en Nueva York, por una casualidad alfabética, tres Estados miembros de la UE –Estonia, Francia y Alemania– ocupan la presidencia respectivamente en mayo, junio y julio, después de que la ejerciera ya Bélgica en febrero. En esta “Primavera Europea” nos coordinamos en cuanto a contenidos. Con ello queremos fortalecer a la UE también en Nueva York y subrayar la importancia del multilateralismo. Alemania ha abogado en el Consejo de Seguridad desde el comienzo por una fuerte voz europea.

Actualmente se tiene la impresión de que en todas partes acechan tendencias nacionalistas.
Efectivamente, el sistema internacional es atacado desde muchos lados. Desde la Organización Mundial de la Salud hasta la Corte Penal Internacional, desde el Acuerdo sobre el Clima hasta la Organización Mundial del Comercio, e incluso con la violación masiva de los derechos humanos. Por ello, tanto más importante es promover constantemente un orden internacional basado en normas. Porque queremos que organizaciones internacionales como las Naciones Unidas sean capaces de actuar.

¿No es una ironía de la historia que la ONU sea cuestionada de esa manera justamente en su 75º año de existencia?
En este caso, yo argumentaría al revés. Si se comparan los 75 años transcurridos desde la fundación de las Naciones Unidas con los 75 años anteriores, con el periodo de 1870 a 1945, se constata: en los primeros 75 años tuvimos solamente en Europa tres atroces guerras. Desde entonces, en Europa resolvemos los conflictos políticamente, por ejemplo, ante la Corte de Justicia de la Unión Europea. Eso es un salto cualitativo, imposible de valorar lo suficiente. Por consiguiente, como alemanes, como europeos, siempre ponemos la idea internacional en primer plano y lo seguiremos haciendo en julio.

Aparte de esa preocupación general, ¿cuáles son sus principales prioridades en cuanto a contenido?
Tenemos particularmente cuatro temas en el foco: primero, el tema de las pandemias y la seguridad. Ya hoy está claro que la pandemia de COVID-19 tiene y seguirá teniendo inmensas consecuencias para el mundo. Eso vale particularmente desde una perspectiva sanitaria y económica. Pero la pandemia también tiene consecuencias relacionadas con la seguridad, porque la propagación del virus puede debilitar a Estados y agravar conflictos existentes. El Consejo de Seguridad deberá ocuparse de ello. Pondremos ese tema en la agenda del Consejo de Seguridad, y Heiko Maas, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, vendrá a Nueva York virtualmente para presidir la sesión.

¿Cuáles son los otros temas?
Un segundo punto prioritario es la interrelación entre el cambio climático y la seguridad. Aunque el tema ha quedado relegado un poco a segundo plano por la pandemia del coronavirus, los efectos del cambio climático siguen siendo un gran desafío desde el punto de vista de la política de seguridad. En regiones tales como el lago Chad, Sudán o Afganistán, sus efectos son tangibles. Eso debería ser objeto de un debate abierto. Además, junto con diez miembros del Consejo de Seguridad que apoyan nuestra iniciativa estamos sondeando las posibilidades de llegar a una resolución en el Consejo de Seguridad. En tercer lugar, pondremos en el orden del día la cuestión de los derechos humanos en relación con las operaciones de paz. Nosotros creemos que las misiones de los cascos azules solo pueden ser sostenibles si respetan los valores que defienden las Naciones Unidas, fundamentalmente los derechos humanos, también en su trabajo. Esa sesión será presidida por la ministra alemana de Defensa.

Durante la última presidencia, usted enfatizó la lucha contra la violencia sexual en los conflictos. ¿Se tratará el tema también esta vez?
Así es, como cuarto tema trataremos nuevamente esa prioridad de nuestra última presidencia del Consejo de Seguridad.  En un debate en el Consejo de Seguridad pondremos en el foco la lucha contra la violencia sexual en los conflictos. En el pasado mes de abril logramos que se aprobara una resolución que, por primera vez, se centra en los supervivientes de esos crímenes y allana el camino para que los autores sean llevados ante la Justicia.

A ello se agregan varios conflictos que ya se han convertido en temas permanentes en el Consejo de Seguridad: Siria, Libia, Yemen, etc. ¿Cree que se ocupará también particularmente de ellos?
La tarea central del Consejo de Seguridad es mantener la paz y la seguridad internacionales. Por ello, en su agenda figuran diariamente numerosos conflictos y crisis. La situación en Siria y el Yemen, por ejemplo, que sigue siendo dramática, es tema una y otra vez en el Consejo de Seguridad y seguirá ocupándonos también en julio. Como país que copreside el área de la ayuda humanitaria para Siria, Alemania quiere asegurar que las Naciones Unidas puedan seguir prestando la tan necesaria ayuda a la población. Un acento especial queremos poner en el caso de Libia. La guerra civil continúa allí sin pausa, avivada por una serie de países que intervienen suministrando armas y mercenarios, violando las resoluciones del Consejo de Seguridad. Después de la Conferencia sobre Libia en Berlín a principios de año, es vital ahora seguir adelante con el proceso destinado a hallar una solución política.

Usted dijo al principio que el sistema internacional está siendo atacado. El Consejo de Seguridad no es seguramente una excepción. ¿Cómo es el estado de ánimo allí en este momento?
No es el mejor, pero creemos en el sistema multilateral y abogamos por su fortalecimiento. Por lo tanto, esperamos que el Consejo de Seguridad pronto pueda reunirse de nuevo físicamente en la sede de la ONU. El cambio a los formatos digitales ha tenido éxito, pero a largo plazo no pueden sustituir los intercambios personales, que se dan también al margen de las reuniones y son la esencia de la diplomacia.

© www.deutschland.de