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“Plantar árboles para poder vivir en paz”

El fotógrafo brasileño Sebastião Salgado ha transformado la granja de sus padres en una reserva natural. El proyecto se mantiene con el apoyo de Alemania.

Christine Wollowski, 09.07.2024
Sebastião y Lélia Salgado en la granja
Sebastião y Lélia Salgado en la granja © Luiz Maximiano
¿Quién es Sebastião Salgado?

Sebastião Salgado es un fotógrafo brasileño conocido por sus impactantes fotografías en blanco y negro que documentan cuestiones sociales y medioambientales. Nacido en 1944, Salgado comenzó su carrera fotográfica en la década de 1970. 

¿Cuál es la principal característica de la fotografía de Sebastião Salgado?

En sus primeros trabajos, Salgado documentó principalmente injusticias sociales. Tras su intenso análisis del sufrimiento humano, Salgado se decantó por un enfoque orientado hacia la naturaleza. Se mantiene fiel a su característico estilo —blanco y negro intenso y contrastes dramáticos— pero con un mayor énfasis en la conservación y la belleza de la Tierra.

¿Dónde ha fotografiado Sebastião Salgado?

Salgado ha viajado por casi todo el mundo. En Brasil, fotografió las minas de oro de Serra Pelada y viajó más de 80 veces a la región amazónica. En Ruanda y el Congo, documentó el genocidio y los desplazamientos consecuentes. En la década de 1990, plasmó en sus fotografías el sufrimiento durante la guerra de Yugoslavia. Para su libro de fotografías de naturaleza Génesis, viajó a la Antártida y al Ártico.

¿Cuál es la foto más conocida de Sebastião Salgado?

Una de sus obras más famosas pertenece a su serie Workers (1993), en la que retrata a trabajadores de todo el mundo. Una fotografía especialmente conocida muestra a los mineros de las minas de oro de Serra Pelada, en Brasil, trabajando como hormigas en una enorme explotación minera a cielo abierto.

Todo comenzó con una depresión. “Había presenciado horrores tan indescriptibles en Ruanda que llegué a sentir vergüenza de ser parte de la humanidad”, recuerda el fotógrafo brasileño Sebastião Salgado en un documental emitido por la cadena Rede Globo. Cuerpo y alma enfermaron, llevándolo a retirarse a la granja de su infancia, que había heredado de sus padres. En lugar de la esperada selva tropical, se encontró con un paisaje árido y devastado. ¿Sería viable plantar pasto y criar ganado en este lugar, como lo hacía su padre? Lélia, la mujer de Salgado, tuvo otra idea: “Debemos replantar el bosque que existía aquí antes.” Salgado registró más de 600 hectáreas del terreno como reserva natural privada y, en 1998, fundó la organización no gubernamental Instituto Terra para administrarla. Desde 2023, la organización recibe apoyo de Alemania a través del banco de desarrollo Kreditanstalt für Wiederaufbau (KfW).

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Los comienzos no son fáciles. El 60 por ciento de las primeras plantas mueren. Faltan nutrientes y lluvias, y la tierra está árida. Con el tiempo, Salgado y su equipo aprenden a cuidar mejor de los árboles jóvenes. 26 años después, las colinas de la finca Bulcão en Aimorés han sido reforestadas y se están desarrollando nuevos proyectos. “La mayoría de los vecinos no disponían de agua potable en sus tierras”, afirma Salgado. Sus manantiales estaban desprotegidos del sol y de las pezuñas del ganado. El Instituto Terra está reforestando más de 2.000 manantiales secos, esperando que los primeros vuelvan a brotar. “La vida regresó: los insectos, los pájaros, los primeros mamíferos... y con la vida en la granja, también volvió mi deseo de vivir”, comenta Salgado.

Hoy, numerosos manantiales han vuelto a brotar en la granja.
Hoy, numerosos manantiales han vuelto a brotar en la granja. © Lucas Barcelos

La educación ambiental constituye otra faceta fundamental del trabajo del instituto. “Me emocioné tanto cuando fui seleccionada para el proyecto 'Terrinhas' que pasé varias noches sin dormir”, recuerda Thais Moraes Reis. Junto a un grupo de compañeros de entre once y doce años de edad, provenientes del entorno rural, viaja una vez al mes a la granja Bulcão. “Allí nos han mostrado películas sobre el ciclo del agua, el reciclaje y la separación de residuos.” Lleva tres años aprendiendo junto a los demás "Terrinhas", como se les llama a los niños. Ha puesto en marcha un proyecto de separación de residuos en su escuela y ha plantado un huerto con sus compañeros. Tras finalizar sus estudios de pedagogía, dirige los proyectos "Terrinhas" y "Terra Doce" para jóvenes desde 2023.

Participantes del proyecto “Terrinhas” de educación ambiental
Participantes del proyecto “Terrinhas” de educación ambiental © Lucas Barcelos

El funcionamiento del instituto depende de donaciones, que se destinan a financiar a sus 30 empleados, así como a mantener la infraestructura, que incluye un vivero de árboles, vehículos todoterreno y equipos de trabajo. Por razones financieras, el trabajo con los Terrinhas estuvo paralizado durante años. Desde 2023, Alemania se ha convertido en el principal patrocinador del proyecto a través del banco de desarrollo KfW. Hans Christian Schmidt, gestor de cartera del KfW, se muestra impresionado por el compromiso, la red de contactos y el reconocimiento que el Instituto Terra ha alcanzado en la región. El proyecto, respaldado por el KfW con una financiación de 13 millones de euros, abarca la reforestación de 2.200 hectáreas adicionales de vegetación y la recuperación de más de 2.000 manantiales y cursos de agua. También se llevarán a cabo programas de formación y asesoramiento para la difusión de tecnologías destinadas a la reforestación, la protección y el uso sostenible de los recursos naturales. 

El objetivo: recuperar 360.000 manantiales

Gilson Oliveira, director de proyectos del Instituto Terra y agricultor, comenta que antes solían convencer individualmente a cada agricultor sobre los beneficios de la rehabilitación de los manantiales. Actualmente, estos se dirigen directamente a cooperativas y asociaciones rurales. Nos cuenta con orgullo: “En junio, ya habíamos superado nuestro objetivo provisional para el año en curso, consiguiendo compromisos para reforestar 427 hectáreas.” Por supuesto, es difícil convencer a los pequeños agricultores para que destinen zonas protegidas que perderán para su producción. A largo plazo, esto solo puede funcionar mediante pagos compensatorios. Por lo tanto, el siguiente paso es implementar zonas agroforestales, que mejoran el equilibrio hídrico y proporcionan ingresos adicionales. 

Antes y después: la granja en 2000, y en 2022 tras su reforestación
Antes y después: la granja en 2000, y en 2022 tras su reforestación © Sebastião Salgado

El sueño de Sebastião Salgado y su esposa es reforestar toda la cuenca del Río Doce y rehabilitar sus 360.000 manantiales. Todo un reto: con 90.000 kilómetros cuadrados, la cuenca es tan grande como Portugal. “Con el apoyo del KfW, lograremos una parte”, afirma Salgado, de 80 años, que superó su depresión y desde entonces ha realizado numerosos grandes reportajes fotográficos de la naturaleza. “En estos tiempos, debemos plantar árboles y cuidar la biodiversidad para poder vivir en paz en el mundo.”