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El futuro de la movilidad: conducción autónoma

Ya sea en la logística, la agricultura o el tráfico rodado: los vehículos altamente automatizados ganan protagonismo. Alemania desempeña un papel clave en este proceso.

25.03.2025
La conducción autónoma ha dejado de ser ciencia ficción.
La conducción autónoma ha dejado de ser ciencia ficción. © AdobeStock/Montage

Lo que antes era ciencia ficción se está convirtiendo cada vez más en realidad: vehículos que circulan como guiados por una mano invisible. Y no solo ocurre con vehículos logísticos en recintos industriales, maquinaria agrícola en el campo o servicios lanzadera en rutas específicas, sino cada vez más también con autobuses, robotaxis, camiones y coches particulares en plena circulación urbana. La Society of Automotive Engineers (SAE) define cinco niveles de automatización. Muchos vehículos modernos ya cuentan con sistemas de asistencia de nivel 1 y 2 – alivian la tarea del conductor o conductora, aunque estos deben poder intervenir en todo momento. Entre ellos se incluyen sistemas que mantienen la distancia de seguridad, corrigen la trayectoria, frenan ante un posible accidente o incluso aparcan de forma autónoma. En el nivel 3, el vehículo puede conducirse de forma autónoma, aunque la persona al volante debe estar preparada para tomar el control si es necesario. En el nivel 4, el vehículo altamente automatizado circula en zonas definidas sin necesidad de intervención humana. Y el nivel 5 se refiere a vehículos completamente autónomos. 

La conducción altamente automatizada gana cada vez más relevancia.
La conducción altamente automatizada gana cada vez más relevancia. © Mercedes-Benz

Alemania es pionera

Alemania fue el primer país del mundo en establecer, ya en 2021, un marco legal que permite la circulación de vehículos altamente automatizados en espacios públicos, bajo ciertas condiciones y con velocidades de hasta 130 kilómetros por hora en autopistas. Quienes están a favor argumentan: los vehículos autónomos podrían reducir el número de accidentes de tráfico, ya que en su mayoría se deben a errores humanos. Además, ofrecerían mayor eficiencia y comodidad, ya que los conductores podrían aprovechar ese tiempo para otras actividades. En el transporte público urbano podrían aliviar la escasez de personal cualificado. Para las personas con movilidad reducida, la conducción autónoma abre nuevas posibilidades de desplazamiento. Y también desde el punto de vista ecológico, esta tecnología tiene sentido, ya que suele ser libre de emisiones y, gracias a una conducción optimizada, contribuye a reducir los atascos.

Alta complejidad

Pero también hay desafíos: la complejidad técnica es elevada, ya que los vehículos autónomos deben captar las situaciones del tráfico con rapidez y precisión. A ello se suman cuestiones legales, como la responsabilidad en caso de accidente. Y no menos importante: muchas personas siguen siendo escépticas ante una tecnología que les resulta casi fantasmal.

Una cosa está clara: la industria automovilística alemana está impulsando activamente esta tecnología del futuro. Mercedes-Benz, por ejemplo, ha desarrollado con su “Drive Pilot” el primer sistema de nivel 3 autorizado para la circulación en carretera a nivel mundial, capaz de alcanzar hasta 95 kilómetros por hora en autopista. El Drive Pilot utiliza más de 35 sensores, entre ellos cámaras, radares, sensores de ultrasonido y LiDAR (radar láser), para captar el entorno en tiempo real. Este sistema redundante garantiza que funciones críticas del vehículo como la dirección, el frenado o la electrónica cuenten con una doble protección. La marca de la estrella también está trabajando intensamente en el nivel 4 y ya está probando vehículos en calles y autopistas de Pekín.

Los vehículos autónomos podrían complementar el transporte público.
Los vehículos autónomos podrían complementar el transporte público. © Continental

Conducción autónoma en el tráfico rodado: numerosos proyectos piloto

Para seguir avanzando en esta tecnología, en Alemania están en marcha numerosos proyectos piloto. El foco está puesto en vehículos lanzadera autónomos, pensados para complementar el transporte público. Volkswagen, por ejemplo, está probando actualmente minibuses autónomos que comenzarán a circular por Hamburgo a partir de 2026. “Traemos la conducción autónoma a Europa, a Alemania, a Hamburgo. Es un paso clave hacia el futuro del transporte público”, afirma el senador de Movilidad de Hamburgo, Anjes Tjarks. 

En Mannheim y Friedrichshafen, con el apoyo del proveedor de automoción ZF, se están probando autobuses totalmente automatizados en rutas urbanas y rurales. Berlín también está probando vehículos de reparto autónomos y lanzaderas bajo demanda que buscan aliviar el tráfico. Estos proyectos permiten adquirir experiencia real, aumentar la aceptación social e integrar la tecnología poco a poco en la vida cotidiana.

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Proyecto piloto de ridepooling autónomo en el tráfico urbano de Hamburgo
Proyecto piloto de ridepooling autónomo en el tráfico urbano de Hamburgo © Moia

Gran potencial en el transporte de mercancías

La conducción autónoma también ofrece un enorme potencial para el transporte de mercancías. Por ejemplo, Continental está desarrollando junto a la empresa estadounidense Aurora un sistema de nivel 4 escalable para camiones, cuya producción en serie está prevista para 2027. “Con nuestras soluciones de transporte autónomo aumentamos la eficiencia, maximizamos la capacidad y reducimos los tiempos de inactividad”, afirma Ismail Dagli, director de Movilidad Autónoma en Continental. Mientras Aurora aporta el software y los algoritmos de inteligencia artificial, Continental contribuye con su experiencia en sensores, arquitecturas de seguridad e integración de vehículos. Un sistema de respaldo debe garantizar el funcionamiento del vehículo en caso de fallo técnico.