Kafka: el maestro del absurdo se hace viral

2024 fue el gran año de Kafka: 100 años después de su muerte, este escritor de Praga y habla alemana fue celebrado en todo el mundo, se publicaron nuevas ediciones de sus libros, se inauguraron exposiciones y se realizaron maratones de lectura. Podría pensarse que, tras un aniversario así, el bombo disminuiría, sobre todo porque las obras de Kafka son de todo menos una lectura ligera. Pero Kafka se queda. Es más, para algunos es, incluso, una especie de gurú. Sus citas aparecen traducidas a varios idiomas en Instagram como melancólicas publicaciones estéticas, los usuarios de TikTok interpretan “La metamorfosis” en vídeos de 30 segundos y estudiantes de todo el mundo se quejan en X de que sus vidas tienen un sospechoso parecido a una novela de Kafka.
Y es que cuanto más caótico se vuelve el mundo, más realistas nos parecen las historias de Kafka. Está, por ejemplo, la burocracia, que falla en las cosas más sencillas: cualquiera que intente ponerse en contacto con su proveedor de internet por medio del servicio de atención al cliente operado por IA o solicitar un nuevo pasaporte sabrá lo que podría sentir un personaje secundario de “El proceso”. Los jóvenes parecen sentirse más conectados que nunca a las historias de Kafka. Y, por supuesto, también está “La metamorfosis”: la metáfora perfecta del pánico de un adolescente a despertarse una mañana siendo un bicho o, peor aún, alguien con unos padres de los que se avergüenza.
¿Habría celebrado el propio Kafka este culto en torno a su persona? Probablemente no. Él quería que tras su muerte se quemaran todas sus obras. En cambio, ahora sus citas rondan por los vídeos de TikTok o acaban como tatuajes en el antebrazo de influencers adolescentes tardíos. Es el nuevo viejo héroe de la generación Z. Porque cuanto más se parezca el mundo a una pesadilla kafkiana, más nos ayudará Kafka a entenderlo.